Herramientas y repuestos.

   En un viaje de este tipo, lo deseable es que no se rompa nada, pero lo normal es sufrir alguna avería aunque sea pequeña. Por lo tanto es necesario tener unos conocimientos básicos de mecánica (especialmente de nuestro vehículo) y disponer de las herramientas y repuestos básicos. 

   Es cierto que nos gustaría llevar repuestos de todos los elementos susceptibles de averías, pero el espacio y el peso están limitados; así que tenemos que seleccionar lo más importante y que, en caso de fallo, no nos deje tirado en una zona recóndita. Para ello, voy a comenzar con un listado de herramientas que debemos llevar encima:

• Llave inglesa.
• Alicates.
• Llaves planas, allen, torx y destornilladores de las medidas que tiene la moto (para ello debemos revisar todo el vehículo y hacernos con las que necesita para desmontarse).
• Llave de bujías.
• Llave tapón de aceite Bmw.
• Llave para desenclavar los depósitos de líquido de freno y embrague.
• Llave de carraca de tamaño medio.
• GS911 y ultraportátil para diagnósticos electrónicos.
• Reprom de la moto en el ultraportátil.
• Guantes de taller.
• Minicompresor.
• Kit de reparación de pinchazos.
• Manómetro.
• Fijatornillos.
• Bridas.
• Cinta americana.
• Cinta aislante.
• Cinta autovulcanizante.
• Grasa de litio.
• Alambre.
• Bote pequeño de WD40.
• Jeringa para introducir los aceites del cardan y de la caja de cambios.
• Unos pocos guantes de latex.
• Un par de trapos.
• Linterna frontal.
• Un par de cinchas con trinquete.
• Una pera con dos conductos flexibles para pasar combustible entre vehículos.

Como repuestos llevaré:

• Dos bombillas de recambio.
• Una antena anular (no olvidarse de llevar la llave de plástico).
• Aceite del cardan (180cc) para cambiarlo en Mongolia.
• Aceite de la caja de cambios (900cc) para cambiarlo en Mongolia.
• Aceite de motor para rellenar. 
• Un filtro de aceite.
• Un filtro de aire.
• Reténes del cardan (del lado derecho e izquierdo).
• El rodamiento sellado del cardan.
• Los rodamientos y retenes de la rueda delantera.
• Un juego de pastillas de freno traseras.
• Dos bujías.
• Tornillos de recambio (en especial los del amortiguador trasero).
• Cable para puentear el regulador de la bomba de combustible.
• Pedal de cambio y maneta de embrague (tengo dudas si merece la pena).

Quizá pueda reducirse la lista, no obstante intentaré ser lo más autónomo posible. El aceite de moto, que lo cambiaré en Mongolia, se puede comprar allí; pues un 20W50 no es difícil de encontrar. Como las ruedas de tacos las pondré en Ulán Bator, no llevaré desmontables y me las cambiarán en un taller.

GPS, mapas y comunicaciones.

    Mi conocimiento de esas tierras es mínimo, tanto cultural como geográfico, y no hablemos sobre sus vías de comunicación. Lo poco que conozco es lo que he visto en documentales y blogs de viajeros. Así que necesito ayuda para guiarme y no convertir un viaje de casi tres meses en una odisea interminable.

   En papel llevaré varios mapas que nos han dejado Fernando y Veronika. Entre ellos están uno de Rusia y algunas naciones ex-soviéticas, de Moscú, Mongolia, Europa del Este y Asia Central (Kyrgistán, Kazajistán, Turkmenistán, Tajikistán y Uzbekistán). También me llevaré una brújula, pues nunca biene mal llevar ese pequeño instrumento, que nos puede sacar de un apuro si la tecnología falla.

   En el ámbito digital llevaré un GPS con cartografía gratuita y descargada de aquí. Esta web de mapas, para Garmin, es estupenda. Los mapas tienen bastante calidad  y detalle. Mi GPS es un Garmin Nüvi 510. No es el más moderno, pero tiene una autonomía bastante buena (también tengo conexión a la batería de la GS) y es para moto (cumple con el estándar IPX7, se pueden mojar). Además dispone de conexión bluetooth para comunicarme las instrucciones al casco, aunque eso no lo uso mucho. Como el smartphone que tengo dispone de GPS, también le pondré cartografía de los países por los que pasaré.

   Para mayor seguridad, y que los familiares y amigos puedan conocer mi localización, llevaré un dispositivo de rastreo por satélite. Ese dispositivo mandará cada X tiempo una señal y mediante un enlace, podrán seguir la ruta. Actualmente estoy gestionando este apartado.

   Otro de los dispositivos que llevaré será un ultraportátil. Siempre viene bien ver los mapas y las rutas en el ordenador. Además, necesitaré ir pasando las fotos y videos al ordenador para poder hacer las crónicas del viaje.

   Para comunicarme usare el ultraportátil donde tenga internet y el smartphone. Para ello, en los distintos paises compraré tarjetas de datos e iré mandando correos con fotos o realizando pequeñas video-llamadas. Es más económico comprar tarjetas de datos en los distintos países que llevar una internacional. No obstante, hay que tener presente que en algunos sitios nos piden el pasaporte e incluso el hotel donde estemos. Con los teléfonos y una cuenta Skype podemos llamar usando datos, o conectar el ordenador al smartphone y que éste haga de módem.

   Adaptar las tarjetas SIM a los teléfonos es fácil, usaré una cortadora de SIM a microSIM.

   Para comunicarnos entre nosotros, llevaremos en ambos cascos unos intercomunicadores bluetooth.

Neumáticos.

   La elección de los neumáticos para una moto es fundamental, especialmente en un viaje de estas características. Uno debe analizar la ruta, y los kilómetros, para buscar neumáticos que se adapten al terreno y tengan una duración adecuada. 

   Las rutas de ida y de regreso son totalmente diferentes, por lo tanto, los neumáticos serán radicalmente distintos. Por suerte, nuestros amigos Fernando y Veronika han realizado ese viaje y nos están aconsejando sobre todos los asuntos pertinentes. Puesto que la ruta de ida será por carreteras (en buen estado, en mal estado y el muy mal estado) me recomiendan llevar neumáticos mixtos del tipo Metzeler Tourance. Lo bueno de estas cubiertas es su buen funcionamiento y duración.

   El camino de regreso desde Ulán Bator es abrupto, con tierra, piedras, barro, arena, agua y unos cuantos elementos que dificultan la conducción. Para esta ruta me han recomendado usar las Continental TKC 80, sus tacos y duración es idónea para llevarnos por pistas y caminos con seguridad. Si bien es difícil que aguanten los 16.000 km de regreso, con llegar a Ucrania es suficiente. En esa zona ya se pueden encontrar neumáticos para nuestra moto.

      Nuestro patrocinador de neumáticos es Neumáticos Hugo, quien nos ayuda en todo lo posible en este aspecto y nos proporcionará un juego de neumáticos. De nuevo: ¡muchas gracias chicos!

   El cambio de neumáticos lo haré en Ulán Bator. Los neumáticos de tacos los traerá María cuando venga en avión y así evito tener que cargar con ellos durante el viaje de ida.

   Otros elementos que no pueden faltarnos son: un minicompresor y un kit reparador de pinchazos. 

¿Transporte o desplazamiento?

   Una de las primeras dudas a la que se enfrenta el viajero es la de cómo ir hasta Ulán Bator. Para quien dispone de tiempo, no es un problema, puede ir y volver en moto disfrutando de una gran ruta. Quien no tiene tanto tiempo, debe averiguárselas cómo pueda para llegar a Mongolia en el menor tiempo posible o transportarse hasta allí. ¿Por qué interesa volver en moto en lugar de ir hasta allí y mandar por transporte la moto de vuelta a casa? El viaje más "aventurero" se encuentra en el camino de regreso, si lo haces por Kazajistán, Kirgistán, etc.

   En el caso que quieras solo regresar, no queda otro remedio que mandar la moto por transporte y volar hasta Ulán Bator (único aeropuerto internacional de Mongolia, por lo que he podido leer). 

   Llevar la moto por transporte no es difícil, necesitas una caja de madera de una moto grande, le quitas la cúpula y la rueda delantera, y mandas todo en la caja. Hasta lo que sé, la mejor opción en mediante la compañía Pan-Europa Transport (respondieron a mi solicitud en un par de días y con todo tipo de datos). El precio ronda los 1.200€. Sumado a que unos billetes de avión desde Madrid pueden costar 600€, el gasto es razonable. Pero nos aparece el problema de las aduanas y la importación temporal de vehículos. Si mandas la moto y nada más, cuando llegue a Mongolia (tarda unos 45 días) tienes que dejar una fianza del 21% del valor del vehículo. Esa fianza se "recupera" al regresar a España y solicitarla a Mongolia, el problema es que recuperar ese dinero es un reto muy difícil. Otra opción, es sacarse el carné ATA (yo me lo sacaré aunque no mande la moto, pues es recomendable tenerlo) y dejar en España una fianza del 100% del valor del vehículo. ¿Pegas? Bueno, a priori, dejar esa cantidad antes de partir y sumado a los gastos iniciales del viaje es un sablazo a la cartera de uno; no obstante se puede considerar, lo que no es razonable es que tú fianza del 100% no la recuperas al volver a España, pueden pasar entre 1 y 2 años en que te reembolsen el dinero. Personalmente, dejar esa cantidad durante un año y que no me genere intereses (tal y como están las cosas en España) no lo admito.

   Por lo tanto, si uno decide no mandar el vehículo por transporte no le queda más que ir y volver por su propio pie. Esta es la opción que he decidido, pese a que implique más mantenimiento de vehículo, gasto de neumáticos (ahora tendré que usar dos juegos), más tiempo, combustible, etc.

   En el mapa superior se obrseva un boceto inicial de la ruta, tanto de ida como de regreso, que puede variar (y seguro que lo hace) cuando empiece a mirar exactamente los mapas y los visados que necesitaré.

   Aquí podéis ver cómo se manda la moto en una caja. Las fotos son de un compañero que viajó hace un tiempo (su blog: De Mongolia a Casa).

Mongolia, un sueño que se hace realidad.

   El Ser Humano siempre ha tenido espíritu explorador y parte de ese espíritu sigue latiendo en nuestros corazones. Por ello, la necesidad de viajar a lugares remotos nos llama tanto la atención; por ello, este viaje.

   ¿Y por qué Mongolia? La razón no la tengo clara del todo, puede que por su distancia a casa, puede que por el camino que se recorre tanto al ir como al volver, puede que por las experiencias que vive el viajero o puede que por la historia de las tierras de Gengis Kan; incluso puede que la suma de las razones anteriores hagan que el destino de este viaje sea Mongolia.

   Numerosas son las historias que nos cuentan compañeros moteros y a cada nueva aventura que leo, más ganas tengo de conocer aquellas lejanas tierras.

   Desde hace tiempo tengo ganas de hacer un gran viaje en moto y, aprovechando la situación actual del mundo occidental, creo que alejarse de estas tierras europeas puede ser una gran idea. Ya tenemos decidida la fecha, verano de 2013, nos queda concretar las semanas.

   A lo largo de este blog espero poder relatar todo lo concerniente al viaje: historia, preparativos, mecánica, visados, ruta y, como no, etapas y aventuras.