19 de agosto, lunes. 0 km. Viena (Austria).
Nuestro hotel de Viena tiene
incluido el desayuno, así que aprovechamos para cargar las pilas a tope. Hoy tenemos todo el día para visitar
el centro de la ciudad, con calma nos dirigimos a la zona monumental.
Después de unas horas caminando, nuestros estómagos remugan con fuerza y decidimos buscar un sitio para comer. Paseando cerca del rio encontramos un local con una buena oferta de menú típico (Wiener Schnitzel con ensalada de patatas y Cordon Blue) y la acompañamos con un par de ricas cervezas.
Tras un típico café vienés seguimos
nuestra visita de la ciudad, pero a mitad de tarde decide empezar a caer una
fina lluvia. Ya estamos algo cansados y regresamos al hotel, donde purgamos el
aire de las barras de suspensión, queremos que los retenes nos duren hasta
España.
A la hora de cenar salimos para
comer por la zona, como encontramos poca oferta decidimos comprar algo de
comida turca y saborearla en la habitación del hotel.
20 de agosto, martes. 430 km. Viena (Austria) – Múnich (Alemania).
Amanece nublado y con una
temperatura baja, así apetece rodar sin parar. Desayunamos y partimos dirección
a Múnich.
La ruta discurre por una buena
autovía de peaje, para la cual no hemos comprado el ticket pertinente. No nos
acordamos al entrar en Austria y ya es tarde para buscarlos, así que aligeramos
la marcha para salir del país lo antes posible.
Una vez en Alemania debemos
parar, la temperatura es baja y nos tenemos que poner los guantes de invierno y
el forro cortavientos de las chaquetas.
Aprovechando las zonas sin límite
de velocidad, conseguimos recortar el tiempo de la ruta y llegar a Múnich para
comer. Allí nos esperan mi tía Erika y su amiga Mari Ángeles de Alicante.
Nada más llegar me para el
portero del bloque, que con buen inglés me indica que puedo aparcar nuestra
moto junto a la suya dentro del aparcamiento, ¡estupendo! Dejamos la moto, nos
vestimos de paisano y salimos con mi tía y su amiga a comer.
Al llegar al centro de Múnich,
nos llevan a un restaurante donde podemos degustar una estupenda carne con
ensaladas varias y…cerveza. No podemos pasar por Alemania y dejar de catar sus
grandes cervezas.
Regresando a casa de mi tía
pudimos observar el servicio Bmw móvil. El técnico estaba conectando la ECU del
coche a un dispositivo para analizar el problema.
De cena nos ofrecen unos filetes de carnes varias con cervezas germanas, el digestivo el checo. La sobremesa se alarga hasta pasadas las doce de la noche, relatar el viaje a nuestras anfitrionas distrae nuestra atención del reloj.